sábado, 19 de febrero de 2011

Verdades como puños, que atraviesan sin pensar.

Pensé que quizá ya no importabas tanto, que quizá estaba empezando por fin a pasar todo, pensé que te diluías poco a poco. Pero entonces, por casualidad, saltó una foto tuya a mi pantalla y me quedé embobada mirándola, y sin darme cuenta mis labiso susurraron "Joder, como te echo de menos". Quién estaba a mi lado me preguntó que qué era lo que había dicho. Yo dije que nada, que no había dicho nada porque realmente no me había dado ni cuenta. Entonces me repitió mis propias palabras y le enseñé la foto de la pantalla. Comprendió todo y cerramos la pantalla.

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