miércoles, 17 de octubre de 2012

Lecciones.

¿Era una prueba? No sé, ver cuanto tardaba en hablarte o algo, o simplemente miras cada día si sigo "sin aparecer", porque si es así, de verdad, das pena. Pero no pena, de jo, pobre, pena de decir no vales nada. Me considero afortunada por saber vencer la tentación, o dejar para otro día lo que pude hacer hoy, o llámalo como quieras, pero por lo menos, yo me he salvado de una noche entera de lágrimas. Gracias por reafirmar mis pensamientos y hacerme ver lo que vales, creo que lo tenía olvidado. Nunca te irás a la cama sin aprender algo nuevo, tranquilo, hoy me llevo la lección bien aprendida.

martes, 16 de octubre de 2012

Every night in my dreams, I fell you I see you.

Necesito alguna explicación más allá de que simplemente te echo tanto de menos que necesito soñarte para no perderte del todo, para que sigas un poquito más a mi lado. Y por lo menos en ellos me ves y me miras, me agarras y me preguntas porque yo no te miro, me hablas y me miras a los ojos y entonces yo me marcho porque sé que eso no puede durar más de dos segundos sin que yo caiga. Es ahí cuando tú me mandas un mensaje, y me preguntas que es lo que me pasa, porque no quiero hablarte a la cara si mis ojos dicen todo lo contrario. Hablamos y nos reímos, y cuando te pregunto por qué dejaste de hablarme dejas de responder,  pero sé que es por ella y me siento una absoluta idiota tras haberte creído que tú también me habías echado de menos. Todo vuelve al principio, y vuelvo a cruzarme contigo y ya ni quiero mirarte porque sé que tus ojos volverán a encandilarme, y eso es precisamente lo que no quiero, cruzarme contigo y volver a caer como hago siempre. Reconozco que si caigo me levanto todas las veces, pero tantas caídas empiezan a no ser bonitas y quizás hasta a doler más de lo que dolieron ciertas cosas entre nosotros. Que pena, sigo hablando de nosotros cuando eso ya ni existe. Seguiré soñando contigo, levantándome así de intranquila y pensando como hacer para normalizar todo esto y que podamos hablar como hace un par de meses. Sé que tú no sueñas conmigo, pero creo que, por lo menos, cuando te cruzas conmigo y te giro la cara, sabes que lo has echo mal y que estoy mucho más dolida que el día en qué todo se acabó. Y lo peor sé que no es por ti, si no porque ella no confía en ti y no te deja, que no la juzgo, si la entiendo, pero me jode, así sin más.

sábado, 13 de octubre de 2012

Grita.

Podría ponerme a gritar desde mi balcón cuanto te echo de menos, que las vibraciones de mi voz llegasen hasta tu ventana y te hicieran darte cuenta de que algo en el fondo de dice que aún me echas de menos. Y entonces, vendrías corriendo, me abrazarías y me dirías susurrándome al oído que me quieres, que estás aquí y que no desaparecerás. Empezarías a subir el tono de voz hasta que todo el mundo se enterase de cuanto me quieres, y de que has echado de menos casi tanto como yo a ti. Pero, ¿sabes lo peor? Que sé que por mucho que grite, por mucho que te diga a la cara cuanto te quiero y cuanto te he echado de menos tú no ibas a responderme, no ibas a venir corriendo a abrazarme, ni absolutamente nada de lo que me encantaría que pasase. Dicen que de los sueños se puede vivir, pero yo no creo que pueda seguir viviendo de tonterías que jamas se cumplirán, ni mucho menos.