domingo, 27 de mayo de 2012

Yo te esperaré

Ayer fue sábado y me pasé todo el día pensando en que te iba a ver por la noche. No sabía como actuar al verte, yo vestida de griega y tú, tú borracho perdido, ojalá fuese borracho de amor. Pobre ilusa. No dejó de ser sábado, pero al final, ni te vi, ni me viste, ni tan si quiera sé si bebiste. Sólo sé que hoy es domingo, que es domingo y que no puedo parar de pensar en que no te he visto, en que tus ojos no me han mirado y en que aunque desde lejos, no nos hemos saludado. Ayer, llegando a casa, casi rompo a llorar. Tenía tantas ganas de salir, en realidad no de salir, ya sabes que tengo mucho que estudiar, sino ganas de verte, de verte reír con tus amigos, de enamorarme mil veces más de cada una de tus sonrisas... Lo necesitaba ayer y lo sigo necesitando hoy.

Creo fielmente que es por eso que no quiero coger el móvil, que le he cogido como cierto reparo porque siempre acabo en nuestra conversación y me entran unas ganas enormes de volver atrás en el tiempo y volver a revivir todas y cada una de las palabras que me escribiste algún día. "Princesa" solías decirme, y solías combinarlo con el color de mi ropa como adjetivo, y por muy idiota que fuese, siempre me sacaba una sonrisa... Me gustaba sobre todo cuando me quedaba dormida y eran tus "Buenos Días Princesa" los que me despertaban y me hacían saltar de la cama dando un brinco y agradeciéndote que ese "bip" me hubiese despertado y hubiese sonado justo a tiempo, y que mientras me vestía tú te limitabas a llamarme marmota o dormilona, pero lo adoraba. Cuando me duermo suelo levantarme de mal humor, enfadada conmigo misma o con cualquier otra cosa, pero esos días, esos días era incapaz de enfadarme porque te imaginaba a ti enfrente riéndote con tu perfecta sonrisa llamando marmota al oído muy muy bajito y mirándome con esos ojos que me quitan el aliento y yo hasta me olvidaba en que día vivía, la hora que era y que un día más llegaba tarde.

No dejó de ser sábado, ni hoy dejará de ser domingo, otro domingo más que no se nada de ti, otra noche que me he preocupado por ti, y en la que me he arrepentido de lo que he hecho. No estamos juntos, ni siquiera nos hablamos, pero siento que te fallo, y ese es un dolor que se me va clavando poco a poco, y que me hace sentirme mal conmigo misma. Soy libre y aún así me siento prisionera de una jaula, una jaula con la puerta abierta de la que soy yo la que parece que no quiere salir, pero es que aunque quiera, tengo las alas rotas, cortadas y sin plumas, arañadas de tantas caídas, fracturadas por tantas esquinas que no sé cuanto tiempo necesitaré para que se recompongan. Y la verdad es esa, que te hecho de menos. Que no soporto el no saber de ti, y que necesito tus palabras. Que en una semana y un día estoy de cumpleaños y estoy totalmente segura de que no me vas a felicitar y de que lloraré amargamente por eso, que mis dieciocho comenzarán con lágrimas, pero también con muchas respuestas. Te hecho de menos, ¿te lo he dicho ya? Creo que todavía no lo suficiente. Si pudiese parar el tiempo, imprimiría todo esto y te lo dejaría encima de la almohada para que lo leyeses, porque no puedo decir que te conozca profundamente, pero te conozco, y tú no eres lo que dejas ver ahora, te vi hace algo más de una semana y sentí tus abrazos, te vi sonreírme y vi como me miraron tus ojos y ahora tengo ese recuerdo que me persigue y que no me deja rendirme pero, ¿qué puedo hacer? Hablarte no sirve de nada, y esperar, a mi la espera me mata, ya lo sabes más que de sobra. Necesito que corra el tiempo y que llegue ese día en que tus besos vuelvan a ser el sabor que me lleve a la cama, y que tú te vengas con ellos y conmigo a mi cama, que me abraces para que no sienta frío y que me cuides como si fuese una muñeca de porcelana que puede romperse en cualquier momento. La verdad, no quiero creerme que ese día pueda llegar, porque quise creerlo una vez, y mal acabé, pero, soy así de idiota que no me rinde. Supongo que aprendí de ti, que no te rendiste y conseguiste lo que querías, me conseguiste a mi. Y ahora soy yo la que te quiere conseguir a ti, pero tú lo estás poniendo tan difícil de esta vez, yo no fui tan complicada, difícil si, pero por lo menos te dejaba ver que había un ventanuco pequeñito abierto...

Hoy es domingo, y mañana será lunes, pasado martes y hará muchas semanas que te besé por primera. Domingo, si también recuerdo el domingo anterior a aquel martes, no querías que fuese sola por el paseo en medio de la oscuridad, llegué muy tarde a casa pero porque al final viniste. Viniste a verme y a estar conmigo, a reírte conmigo y de mí, a contarme mil historias, a quitarme los enfados y a demostrarme cuanto valías. Y lo hiciste, lo hiciste verdaderamente bien, porque fuiste capaz de demostrarme cuánto valías en tan poco tiempo, que no entiendo como pude enamorarme así de ti. Yo la que no quería nada, la que no se fiaba de los hombres, esa misma persona acabó cayendo de nuevo. Pero, ¿cómo no iba a caer en tu perfección? ¿cómo no iba a enamorarme de alguien como tú? Imposible no hacerlo.

Es domingo, son las diez de la noche y debería estar estudiando. El viernes empiezan las Fiestas Patronales de Burela y están tirando bombas de palenque. A mí, me va a reventar la cabeza como tiren muchas más, y además tengo que estudiar. Mañana tengo examen, pero nada de todo esto conseguirá que a mi se me vaya de la cabeza que ayer fue sábado, que pude verte y no te vi, y que cada noche me voy a la cama pensando en ti y echándote de menos cada día más que el anterior. El martes no es solo martes sino que bailaré una canción que tu elegiste porque yo te lo pedí, sé que acabaré llorando, porque tu no estarás ahí y cada nota me susurrará tu nombre.

viernes, 11 de mayo de 2012

Envidia.

Siento envidia de todas esas personas que aún en el mundo en que vivimos pueden encontrar la felicidad y son capaces de vivir día a día entre todo cuanto nos rodea. Envidia de todas aquellas personas que dando todo cuanto tienen, siempre tienen algo más que ofrecer. De quienes tienen fuerzas inagotables. La verdad admiro a esas personas que no se desmoralizan, que si quieren algo luchan por ello con uñas y dientes y no se rinden a la primera de cambio. De hecho yo pensaba que era así, pero hoy me he dado cuenta que no. Que estoy cansada de luchar, de intentarlo y de caer y de volver a intentarlo y de que no valga absolutamente para nada. Y es que la verdad, no sé que más puedo hacer. Hay sueños imposibles, y sueños que nosotros mismos dejamos escapar.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Better.

Poco a poco, todo cura. Las heridas se cierran y dejan cicatrices que nos recuerdan cuándo y dónde caímos. Si sabes leer entre líneas me entenderás, sino, estás perdido.

domingo, 6 de mayo de 2012

Adiós.

Y ahora me doy cuenta de que eres como los demás, que dices las cosas por decir como el resto y que no tienes nada de diferente ni especial. No niego que hicieses de lo nuestro algo bonito, porque sí que lo hiciste, pero una persona no es sólo un tiempo limitado, una persona es toda su vida, y tú has demostrado en menos de tres segundos quien eres realmente. Me has fallado, decepcionado y herido, cuando yo, creo, y digo creo, no he hecho nada de eso. Al contrario, intenté que te sintieses orgulloso de mi día día, que al pensar en mi dijeras algo así como "joder, ella es increíble". sé que no soy nada de eso, pero la verdad, me hubiese gustado que lo pensases. Me hubiera gustado saber que esas lágrimas fueron sinceras, y que cuando dijiste "pues claro que me importas" sonase real a lo largo del tiempo. Pero yo ya no puedo creerme nada, ya no quiero creerlo, porque entonces serías un total y completo hipócrita, y la verdad no sé que me das más pena, si saber que lo eres o pensar que me has engañado. Creo que lo más fácil es pensar que te equivocaste, que te encaprichaste de mi cuando te lo puse un poquitín difícil, y que una vez que dejé que todo fuese más fácil, fui perdiendo el encanto. Quizás sea eso, pensar o creerse el resto resultaría duro, y sobretodo doloroso.

sábado, 5 de mayo de 2012

Velocidad.

Empezaba un nuevo año, y con ella una nueva relación, nuevas sensaciones, nuevas metas, expectativas, sonrisas, abrazos y también caricias. Todo fue tomando forma y empezamos a coger velocidad. El problema fue que quisimos ir tan rápido, que nada duró más que un suspiro y tres canciones. Quisimos bebernos la copa en un sólo trago y ese trago nos hizo naufragar. Ahora estamos solos, a la deriva, naufragando en busca de tierra firme, de algo que nos ayude a salir de aquí. Quizá esa tierra que tanto anhelamos la lleguemos a compartir, pero si me preguntasen, sinceramente respondería que mi tierra firme está en el norte y la tuya tirando hacia el sur, que nosotros lo intentamos y nosotros mismos lo destrozamos. Que el tiempo pone a cada uno en su lugar y que a veces no todo es dejarse llevar y coger velocidad, sino, dejar que el tiempo te vaya marcando los compases.

jueves, 3 de mayo de 2012

I'm waiting, waiting for you.

Ha pasado casi un mes, y la verdad parece que hubiesen pasado años entre tú y yo. Hoy llevamos tres días sin mediar palabra, y a mi me puede el alma.. Necesito tus palabras, no me digas por qué pero las necesito. quizá sólo necesito saber que estás ahí, que no te has olvidado tan rápido de mí. ¿Qué estamos haciendo exactamente? ¿Por qué tanto daño? Vale, sí, no es daño directo, pero, es indirectamente directo, con lo que yo odio las matemáticas y las acabo aplicando a nosotros... Ninguno de los dos se merece todo esto, yo la verdad, no sé ni siquiera como estas tú, pero yo por dentro estoy devastada, estoy como una ciudad recién arrasada por un tsunami y que no sabe nin por donde empezar a reconstruirse. Es fácil sacar una sonrisa a la calle y hacer creerle al mundo que todo está bien, lo jodido es llegar a la cama y no derrumbarse, leer cualquier palabra de amor y que no se te remuevan las entrañas, ver una película y que cada escena no me recuerde a nuestro amor. Qué idiota soy, todavía digo "nosotros" y "nuestro", quizá por que aún confío... Tus razones nuca me parecieron lo suficientemente buena, ¿sabes? Las acepté, pero nunca me han convencido, porque son cosas que debería ver yo, no tú, y yo no veía nada de eso que tú decías. Sé que hubo días que fui una verdadera niñata de tres años enrabietada, pero también sé que otras muchas te demostré que detrás de toda esa locura adolescente está una mujer que sabe bien lo que quiere, cómo y cuándo. Te echo de menos... ¿De verdad que tú a mi no? Cuánto más escribo más estúpida me siento, escribiéndote algo que jamás leerás, contándote mi vida que por lo que veo ya ni si quiera te interesa, pero quizá sea la única forma que tenga en un futuro de demostrarte que estaré aquí cada día, que nunca me he movido, y que no guardo tu ausencia, simplemente te espero, porque sé que volverás. Quizás sean esperanzas de adolescente ingenua que se mueve por un mundo de ilusión, pero con lo negativa que soy no lo creo, pero es que a mi se me mueve algo por dentro que no me permite rendirme, que me obliga a seguir aquí, que me obliga a demostrarte que cada centímetro de mi piel está llamando por la tuya para que vuelvas y me des esas caricias que tantas otras veces me diste.."Yo te esperaré", fue tu última elección.