sábado, 27 de noviembre de 2010

No necesitaba palabras, ni promesas de futuro, ni siquiera necesitaba pensar en el mañana aunque fuera con él. Solo necesitaba hechos, momentos que se pudiera llevar con ella a cualquier parte del mundo. Fotogramas que al pasar por su cabeza le hicieran sonreir, que le erizaran el pelo, que los escalofríos se colasen bajo su ropa aunque fuese poca. Que por un momento se le parase el tiempo y reviviera esa escena de su vida, un fashback a tiempo real. Se dio cuenta de que necesitaba eso porque en algún lugar de su vida lo había tenido, porque aunque solo fuese una vez, había podido disfrutar de nuevo de aquel instante que la hizo tan feliz. Por eso lo necesita, porque lo había tenido y ahora, se había esfumado como el humo de sus cigarrillos.

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