Ahora somos como extraños

No puede ser, no, no, es que no puede ser. No puede ser que intente dormirme y en un flash de sueño escuche tu voz diciendo mi nombre. No tienes ese derecho ¿sabes? Lo perdiste hace demasiado. Y no es justo, no es justo que sigas ahí apareciendo cuando se te antoja como si nada, porque aunque solo sea por un segundo a mi se me acelera el corazón y a veces parece que se me va a salir. Entonces miro en el calendario el día que es y me doy cuenta que solo ha sido una jodida mala pasada, una mala pasada que hace que me cueste volver a dormirme por miedo a volver a escucharte. Que no me deja tranquila, que me atormenta y me da vueltas en la cabeza. ¿Por qué no eres capaz de irte ya de mi vida? De verdad, lárgate. Somos dos putos extraños, dos desconocidos y sin embargo.. ¿De qué va todo esto? Creo que nunca lo entenderé.